viernes, 5 de septiembre de 2008

StandArte II (continuará...)

En mi primera entrada empecé con este titulo, pero quedó inconclusa. Para refrescar la memoria pueden volver a leerla.
Para mí, la música es el arte más espiritual que hay, es tan expresivo y directo, y tiene tantos recursos... como la melodía, el ritmo, la armonía, la lírica... tanto para expresar nuestras emociones, y para hacer algo provechoso para la mente.
Hay testimonios de personas con mentes cerradas a ciertos tipos de pensamiento que fueron convencidos o transformados a través de la música, para bien o para mal. Digo esto porque, como existe la música que edifica, existe la que corrompe... y conozco personas corrompidas que son el reflejo de lo que escuchan (y ven en la tele, y en las revistas... pero eso vamos a tratar otro día).
Vemos pocos ejemplos de famosos admirados por ser íntegros, por ser personas ocupadas en transmitir mensajes de aliento, de esperanza, de piedad, de amor verdadero... de valor.
Los que son famosos se hicieron gracias a sus fans... y son populares porque al pueblo le gusta escuchar algo que no le comprometa a ser responsable de sus actos, sino algo que le anime a comportarse como un caballo desbocado que puede arremeter contra lo que se le ponga enfrente sin medir consecuencias para sí o para los demás... eso me parece triste, pero es real.
La pregunta es ¿Qué hacer?
Yo estoy procurando hacer algo diferente, y no sólo con la música sino con mi propia vida... pero ¿cómo usar una herramienta tan poderosa como la música para algo que renueve las mentes de nuestra sociedad?
Leé la próxima semana...

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