jueves, 7 de agosto de 2008

Por que razón nos cuesta tanto orar?

Aquí un material que Andrés Reina compartió conmigo por mail, de la página www.devocióntotal.com
La quiero compartir con ustedes porque es muy realista y a mi me sorprendió en esa situación.
Es un texto que escribió Danilo Montero en su blog...

"Danilo me ha permitido compartir contigo esta reflexión que publicó en su blog: Por que razón nos cuesta tanto orar?

"Al viajar tanto he observado que las personas vienen a los conciertos y a la iglesia esperando experimentar algo. Muchos buscan "sentir" a Dios de una manera nueva. Y la verdad es que a menudo hay una gran emotividad expresada a través de la alabanza.

Pero noto que la frustración viene luego que volvemos a nuestra vida diaria y nos topamos con que no "sentimos" a Dios presente.

Algunos jóvenes han llegado a pensar que algo anda mal con ellos y muchas veces dejan la fe.
Creo con todo el corazón en la experiencia viva de la presencia de Dios en la adoración. Soy testigo de incontables veces en que Dios me ha tocado y he percibido su voz en mi interior confortando y sanando mi alma. Pero también he llegado a la conclusión que la vida cristiana se basa sobre la obra perfecta de Cristo por medio de la cual fuimos unidos a Dios en perdón y redención.

Creo que esa obra nos abrió el camino para disfrutar del ministerio y presencia del Espíritu Santo dentro de nosotros. Y dicho esto, también creo la manifestación de la presencia de Dios en el creyente se da en una actitud de corazón de buscar, procurar y priorizar la comunión con Él diariamente.

Estoy diciendo que el milagro más tremendo que puedo experimentar como creyente es que mi corazón de ser humano quiera y anhele dedicarse a buscar la presencia de Dios. Creo que en esa búsqueda diaria, mi vida espiritual se fortalece, mis oídos espirituales se afinan, mi vista espiritual se enfoca en lo eterno.
Y es sobre esa base de una vida interna de devoción que puedo caminar como cristiano hacia la meta.

Sin embargo, veo en mi una lucha tremenda porque aunque quiero conversar con Dios, muchas veces soy negligente. No hago el tiempo, me distraigo, me desanimo al no "sentir" una retroalimentación mayor etc.

Quiero abrir este espacio para saber qué piensas de lo que he dicho. ¿Estas luchando igual que yo? ¿Que has aprendido que pueda ayudar a otros a disfrutar la oración más?"